MEDITACIÓN EN GRUPO


Celina Peña, de 56 años, medita desde hace 15. Ha practicado tanto la meditación vipassana como zen. Mar tiene 39 años. Nunca ha meditado y quiere empezar a hacerlo. Matías, de 41 años, las acompaña. Él ha hecho más relajación que meditación. Vinieron juntos a Barcelona el pasado 12 de julio para participar en una meditación global preparada por el programa L´Ofi ci de viure de Catalunya Ràdio bajo el marco del Festival Inspira Conciencia organizado por Alambar Sinapsis. Un sábado, verano y la hora (a las tres de la tarde) no parecía que fueran factores que acompañaran a esa llamada. Pero más de dos mil personas llenaron el auditorio del Fòrum de les Cultures para participar en esta meditación global. Lleno total, con colas en la entrada que llamaban la atención de los esporádicos transeúntes (era la hora de comer y el sol picaba). Joan Melé, director de la delegación territorial de Catalunya y Baleares de Triodos Bank (una de las entidades colaboradoras del evento), se mostró gratamente sorprendido por el éxito de la convocatoria. Melé medita desde hace muchísimos años. "Citas como estas son necesarias siempre y cuando la gente tenga claro que meditar no es un fi n, sino un instrumento para incidir en la sociedad y mejorarla. La transformación personal pasa por ir transformando la sociedad. Si falla cualquiera de las dos, no vamos del todo bien", asegura Joan Melé, quien desde Triodos Bank apoya proyectos sociales viables. También lo tiene así de claro Miriam Subirana, que también asistió al encuentro. "Cuando meditamos nos volvemos más activos. Y para mejorar el mundo es necesario esta actitud activa". Por eso, desde 1937, la Universidad Espiritual Mundial Brahma Kumaris creada en India por Dada Lekhaj fomenta la meditación raja yoga de forma totalmente gratuita. También ofrece programas de investigación y aplicación de los valores en diferentes ámbitos sociales y profesionales. No son sólo palabras. Esta entidad tiene estatus consultivo en la ONU. Y hace lo posible para que todo el mundo incorpore el hábito de frenar la mente un momento cada día para tomar las riendas de uno mismo, para que se aprenda a meditar, vaya. Volviendo al encuentro de la meditación global, que fue dirigida por Ricard Rotllan, monje budista, tanto a Celina como a Mar y a Matías les gustó: "En una meditación con mucha gente se crea una atmósfera especial y el silencio entonces es impresionante". De fondo sólo se escuchaban las palabras del monje que dirigían la meditación y los sonidos penetrantes de los cuencos de cristal de cuarzo del grupo musical Shirai acompañando en ese viaje interior. El objetivo de esta meditación fue aportar un granito de arena "para conseguir una sociedad emocionalmente saludable". Lástima que al fi nalizar la meditación se tuviera que abandonar la sala precipitadamente porque tenía que empezar otra actividad en el auditorio del Fòrum de les Cultures. Todo son retos para la mente inquieta, incluso cómo preservar la serenidad ante la precipitación de los tiempos. Menos mal que camino a casa se puede seguir entrenando la atención plena.

VIA:LA VANGUARDIA.ES

Comentarios

Pedro Estudillo ha dicho que…
Qué lástima no haber estado cerca; no me lo hubiese perdido.
Debió ser una experiencia genuina y muy interesante.

Un abrazo.

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