Yoga otoñal
Ellos son Manu, Brenda, Fanny, Carmen y Mauricio. Sus edades oscilan entre los 70 y los 80 años. Hace muchos años que compartimos esta clase de Yoga que tan bien nos hace a todos. Nos divertimos, dialogamos, nos acompañamos en todos los procesos de la vida. Para mí fue siempre un aprendizaje estar junto a ellos, ya que me revelan lo que seré dentro de unos años y me animan a respetar y apreciar los ritmos otoñales de la vida, más serenos, más lentos.
Ya casi es otoño en el hemisferio sur y aún se sienten los últimos calores de un verano fuerte y caluroso.
Las hojas se caen y predomina una suave nostalgia, a veces emparentada con cierta tristeza. Hay momentos que saben a puro otoño y uno de ellos es el atardecer. También están las estaciones del alma en la que maduramos y envejecemos para bajar el ritmo y la prisa... El otoño expresa una transición importante en el devenir de los incesantes cambios que caracterizan a la vida: está entre el esplendor exuberante del verano y el recogimiento del invierno. Por eso se nota tanto el cambio en los hábitos del sol, que duerme más temprano y se levanta más tarde que durante el verano, cuando todo parece luz y fuego. También cambia la temperatura, que va disminuyendo en promedio.
Y tanto las plantas como los animales nos enseñan cómo debe cuidarse la vida cuando cambia: aquellas dejan el follaje que no podrán mantener y éstos acopian alimentos para superar la incertidumbre del frío invierno. Con el otoño llega el sentimiento de recoger, de guardar, mezclado con la sensación de pérdida cuando la luz empieza a debilitarse y el aire se enfría. Por eso el Nei Jing dice que la energía del otoño es cortante, retractiva y supresora: tiende al recogimiento y resecamiento. La función crítica del Metal (el Otoño en la Medicina Tradicional China se relaciona con el elemento Metal) es la respiración, ya que aquí los pulmones y el resto de las vías respiratorias son protagónicos. Y el olfato es el sentido más desarrollado o inhibido, según la evolución de las cosas y la vida.
En la vida de los hombres también hay un otoño, que coincide con la madurez del ser y permite la irrupción de los recuerdos sin que estos paralicen o entristezcan demasiado. Es el momento de cosechar lo que se ha sembrado, el tiempo de dar y recibir con esa paz que ya no necesita la euforia incendiaria del verano, un poco veleidoso y tal vez inseguro.
Según la Medicina Tradicional China , el otoño es la expresión de un conjunto de cualidades que pueden encontrarse tanto en los hombres como en la naturaleza. Pero algunas personas tienen un predominio estable de estas características: son los que corresponden a la constitución metal, una de las cinco opciones básicas en las que podemos ubicar al conjunto de los humanos (las otras son: madera, fuego, tierra y agua)
Equilibrar nuestra naturaleza es indispensable para vivir una vida en armonía. Los movimientos vigorosos del Yoga, la apertura a nuevos patrones de respiración, el aprendizaje de formas de descanso como la relajación ,harán del otoño de la vida un caminar suave hacia la sabiduría interior.Te invito a escuchar The secret garden
Ir a descargar
Adriana Paoletta
Comentarios
saludos,
Daria
abrazo de luz
Gracias. Te sigo.Un abrazo
abrazos radiantes
adri
Besitos de luz
cris