Las virtudes en Don Quijote de la Mancha.La mirada ética de Cervantes.



La virtud es uno de los conceptos fundamentales de la antropología y de la ética filosófica griega, donde significa la excelencia moral del hombre. 

 Sócrates lo emplea ya con un significado más restringido, para referirse solo a la excelencia moral del hombre, entendida prevalentemente como un saber sobre el bien, que puede ser comunicado a través de la enseñanza. En esta línea, Platón desarrolla la clasificación de las cuatro virtudes: sabiduría, fortaleza, templanza y justicia, que llegará a ser célebre en el pensamiento filosófico occidental. 

En diálogo crítico con la tradición socrático-platónica, Aristóteles llevará la doctrina de la virtud a la expresión clásica más completa; para él, la virtud es la perfección habitual y estable de las facultades operativas humana~, tanto de las facultades intelectuales (virtudes di ano éticas o intelectuales) cuanto de las facultades apetitivas (virtudes éticas). La vida humana según las virtudes representa para Aristóteles la vida mejor del hombre, la vida buena o felicidad. 

La tradición estoica retomará la doctrina de la virtud, insistiendo particularmente en la armonía que existe entre la vida según las virtudes y la vida según la naturaleza. Por su influjo sobre algunos escritores cristianos, ha tenido una notable importancia la doctrina sobre las virtudes contenida en el De officiis de Cicerón. Según Aristóteles, la virtud es lo que hace bueno a quien la posee y hace buena su obra.

Para Aristóteles no es suficiente hacer algún acto bueno, sino que es necesario que la persona se ejercite en el bien, porque como apuntó agudamente, 'una golondrina no hace verano,4 (la frase 'una sola golodrina no hace verano' se cita en el Quijote 1, 13)

A partir de Aristóteles la ciencia ética habla de la moral de virtudes. San Agustín explica la virtud como 'aquella buena cualidad, por la que se vive  rectamente, y de la que nadie usa mal' . 

Santo Tomás de Aquino recoge básicamente la doctrina de la ética de Aristóteles y define la virtud como hábito operativo bueno. Con el término «virtud» se designan cualidades buenas, firmes y estables de la persona, que, al perfeccionar su inteligencia y su voluntad, la disponen a conocer mejor la verdad y a realizar, cada vez con más libertad y gozo, acciones excelentes, para alcanzar su plenitud humana y sobrenatural. 

La virtud es un hábito operativo bueno, entendiendo el 'hábito' como la disposición constante y firme de hacer el bien. Lo contrario de la virtud es el vicio, que se define como 'un hábito operativo malo'. 

Para el cristianismo, los hábitos operativos (virtudes) se dividen en virtudes sobrenaturales, teologales o infusas, que el hombre recibe como un don unido a la gracia, y virtudes humanas o adquiridas, que el hombre adquiere a través del ejercicio y del esfuerzo personal. Las virtudes humanas o adquiridas pueden ser intelectuales o morales. Las virtudes intelectuales inhieren en la razón y la perfeccionan tanto en el aspecto especulativo cuanto en el práctico. Las virtudes morales perfeccionan la voluntad y las tendencias. Prudencia, justicia, fortaleza y templanza son las principales virtudes morales, llamadas por eso cardinales. 

"Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena. El hombre virtuoso es el que practica libremente el bien. Las virtudes morales son adquiridas mediante las fuerzas humanas. Son los frutos y los gérmenes de los actos moralmente buenos. Disponen todas las potencias del ser humano para comulgar en el amor divino". 

En el Quijote veremos entonces: a) Prioridad de la virtud sobre la nobleza y la sangre. Lo que hace mejor a la persona, no es tener un título de nobleza o tener sangre de reyes o de nobles, sino ser virtuoso. 

Recogemos tres escenas de la novela de Cervantes

* Don Fernando seduce con malas artes a Dorotea, la abandona y pretende a la fuerza a Luscinda, prometida a Cardenio. Con destino a Andalucía, a la venta llegan cuatro hombres a caballo con antifaces, dos mozos a pie y una mujer. Cardenio reconoce en la voz de la mujer a Luscinda, y Dorotea reconoce en uno de los hombres a don Fernando. Luscinda suplica entonces que la deje marchar para irse con Cardenio, y Dorotea suplica a don Fernando, que cumpla con la palabra que le ha dado. Ante las consideraciones del cura, don Fernando acepta, y vuelve con Dorotea. 

Cito las palabras de Dorotea al noble don Fernando (1, 36): "Y si te parece que has de aniquilar tu sangre por mezclarla con la mía, considera que pocas o ninguna nobleza hay en el mundo que no haya corrido por este camino, y que la que se toma de las mujeres no es la que hace al caso en las ilustres decendencias, cuanto más que la verdadera nobleza consiste en la virtud, y si esta a ti te falta negándome lo que tan justamente me debes, yo quedaré con más ventajas de noble que las que tú tienes,,9. 

* Don Quijote manifiesta las excelencias de Dulcinea al duque (n, 32): "A eso puedo decir que Dulcinea es hija de sus obras, y que las virtudes adoban la sangre, y que en más se ha de estimar y tener un humilde virtuoso que un vicioso levantado ( ... )". 

* Uno de los consejos que da don Quijote a Sancho para el buen gobierno de la ínsula de Barataria (JI, 42): "Mira, Sancho: si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos,no hay para qué tener envidia a los que padres y agüelos tienen príncipes y señores, porque la sangre se hereda y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale"

 * De regreso a casa para proveerse de dinero y escudero, se encuentra con Andrés, mozo, que está siendo azotado por su amo Juan Haldudo de Quintanar de la Orden (Toledo). 
Diálogo entre don Quijote y el mozo Andrés (1, 4): Mire vuestra merced, señor, lo que dice -dijo el muchacho-, que este mi amo no es caballero, ni ha recebido orden de caballería alguna, que es Juan Haldudo el rico, el vecino del Quintanar. Importa poco eso -respondió don Quijote-, que Haldudos puede haber caballeros; cuanto más, que cada uno es hijo de sus obras! l. 

b) Solo las letras -es decir, la ciencia, el conocimiento- no hace mejor a la persona, sino va acompañada de las virtudes, de una vida virtuosa, de una existencia que busca la verdad y el bien. '..' , 

* Ambrosio, el amigo del difunto Grisóstomo, ataca a Marcela por sus desdenes a Grisóstomo, y le atribuye su muerte por no haberle correspondido. Marcela le contesta que ella nunca le dio esperanzas y que es libre para decidir su vida. Palabras de Marcela (1, 14): "Y así como la víbora no merece ser culpada por la ponzoña que tiene, puesto que con ella mata, por habérsela dado naturaleza, tampoco yo merezco ser reprehendida por ser hermosa, que la hermosura en la mujer honesta es como el fuego apartado o como la espada aguda, que ni él quema ni ella corta a quien a ellos no se acerca. La honra y las virtudes son adornos del alma, sin las cuales el cuerpo, aunque lo sea, no debe de parecer hermoso. Pues si la honestidad es una de las virtudes que al cuerpo y al alma más adornan y hermosean, ¿por qué la ha de perder la que es amada por hermosa, por corresponder a la intención de aquel que, por solo su gusto, con todas sus fuerzas e industrias procura que la pierda?". * Diálogo entre don Quijote y Sancho: Altisidora, doncella de la duquesa simula estar enamorada del hidalgo manchego. Sancho no entiende como se ha podido enamorar de un hombre tan feo como el Quijote. 

La virtud se aquista; es decir se adquiere con la repetición de actos buenos.  Adagio que señala que el hombre crea su linaje por su comportamiento, Por encima del rango derivado de la situación social o linaje, la verdadera calidad de una persona deriva de sus virtudes, de la manera como se comporta, de sus obras. Tiene una cierta analogía con la frase de San Pablo (Romanos 2, 6): "el cual (se refiere a Dios), retribuirá a cada uno según sus obras". 

 * Don Quijote le manifiesta a Sancho, los medios que tiene que poner un buen caballero andante para alcanzar la fama, que es la gloria eterna (H, 8): "Así, ¡oh Sancho!, que nuestras obras no han de salir del límite que nos tiene puesto la religión cristiana, que profesamos. Hemos de matar en los gigantes a la soberbia; a la envidia, en la generosidad y buen pecho; a la ira en el reposado continente y quietud de ánimo; a la gula y al sueño, en el poco comer que comemos y en el mucho velar que velamos; a la lujuria y la lascivia, en la lealtad que guardamos a las que hemos hecho señoras de nuestros pensamientos; a la pereza, con andar por todas las partes del mundo, buscando las ocasiones que nos pueden hacer y hagan, sobre cristianos, famosos caballeros. Ves aquí, Sancho, los medios por donde se alcanzan los extremos de alabanzas que consigo trae la buena fama .

* Consejo de don Quijote a Sancho para el buen gobierno de la ínsula de Barataria (JI, 51): "Sé padre de las virtudes y padrastro de los vicios. No seas siempre riguroso, ni siempre blando, y escoge el medio entre estos dos estremos, que en esto está el punto de la discreción". 

Bibliografía. LAS VIRTUDES EN EL QUIJOTE: UNA APROXIMACIÓN
FRANCISCO JAVIER SANZOL DÍEZ

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