Buscando el eje divino a través del Yoga.

Como seres humanos, el deseo, forma parte de nuestra existencia y nos impulsa a buscar. El deseo de vivir, moviliza fuerzas y destrezas del ser humano , para adquirir nuevos aprendizajes, que mejoren la vida en la tierra.

Todo camino espiritual, está trazado por una búsqueda de deseos, que van desde el deseo por un cuerpo saludable hasta el deseo por el saber, el deseo de amar y ser amado. Esos deseos ,están expresados en 5 niveles de búsqueda:

  1. la salud del cuerpo, mediante asanas que te permitan el equilibrio del sistema ostemuscular y el sistema neurovegetativo. El logro de un eutono justo para tus músculos de sostén voluntarios y los órganos involuntarios , que te permitan economizar tus esfuerzos , en relación a las actividades que realices.
  1. la salud emocional, mediante el camino energético de las asanas, los pranayamamas y kriyas, que incidirán favorablemente, en el sistema neuroendócrino, estrechamente ligado a la inmunidad del cuerpo biológico. El desarrollo de la conciencia, de un cuerpo vibrante energía, con la adquisición de nuevos patrones de regulación de la energía vital (prana).
  1. la salud de la mente, desarrollando técnicas de relajación, Nidra y concentración(dharana). Nuestro sistema nervioso está colapsado, llegando al "Burnout", con estrés crónico. Literalmente, una sobrexigencia a nuestros sentidos de adaptación, generan el "incendio" de nuestra mente. Redescubrir un biorítmo adecuado, nos dará la llave de la inteligencia emocional.
  1. salud del alma, mediante prácticas de transformación interior, que permitan el reconocimiento de las cualidades de la mente personal, sus obstáculos, sus patrones de emociones negativas y condicionamientos mentales, que hacen de nuestra vida , una repetición de actos sin libertad. La Meditación (Dhyana), libera el potencial de nuestra mente infinita, para darnos la llave del autoconocmiento y la felicidad sin objeto, que nace de un corazón compasivo y humano.
Nuestro eje interior ,es un hilo invisible ,que une el mundo de la materia,con el mundo de Dios.

Desde siempre crecemos, deseando ese Amor infinito, que nace en el deseo y el amor humano, y culmina, en el gran misterio amoroso de Dios, hecho Universo.

Adriana Paoletta

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