Viaje de Sanación 3. Padre Ignacio Peries, Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina.
El domingo me levanté antes del amanecer, después de una semana muy difícil ,con la internación y la cirugía de mi hermana Romina. Dada su debilidad para viajar, decidí hacerlo yo. Me acompañó , Graciela una amiga del alma, que atravesó hace muy poco el camino de la enfermedad. Su devoción al Padre Ignacio y su recuperación, me llevó a pedirle que viniera conmigo,a buscar la fortaleza en la fe, para sostener la salud de mi hermana.
Llegamos tan rápido a Rosario, entre las primeras luces de una amanecer limpio, después de la tormenta.Nos reíamos pensando ,en que habíamos sido llevados hasta allí, por un tunel sin tiempo.
Al llegar, miles de personas, hacían largas filas ,para ingresar a la parroquia de La Natividad. Y justo delante de la iglesia, se abrió un lugar ,para que estacionara mi auto.
Era un día tan soleado, que la alegría volvía cálida nuestra espera, en largas filas de personas,serenas y entregadas a una fe simple, amorosa y segura. La voz del padre Ignacio viajaba en el aire, infundiendo a todos ,la cercanía de un Dios presente y misericordioso.
Realmente no importó ,el tiempo de espera de pie. Cada instante se volvió una dulce esperanza, por sentir en comunidad, la presencia de un hombre transformador.
Siempre tuve la impresión ,de estar viviendo ,en varias realidades , al mismo tiempo. Hoy siento que cada acontecimiento, es el fruto de una acción ,que se va hilvanando uniendo sucesos, personas y sentimientos.
Cuando atravesamos una situación límite, nuestra identidad puede ser demolida ,sino tenemos la suficiente apertura, para ser ayudados, sostenidos o guiados, desde la voz interior de nuestra alma.
Siento que el domingo, Ignacio , me permitió remodelar mi fe.Entender ,que como humanos ,necesitamos de la forma (una religión, un ritual, una comunidad) ,para sostener el camino espiritual.
Todo el tiempo, estuvieron conmigo,las reminiscencias de mi juventud, guiada por una Iglesia activa, social y humana, inspirada por Juan pablo II. Al al ver a esos chicos ,ayudando al Padre, en su servicio; a cada una de las 5000 personas que se acercaban después de misa , para recibir su bendición, pude sentir el camino esencial que recorrimos hasta llegar aquí.
Compartir, con el que tienes a tu lado, la experiencia de una fe ,que va más allá de los resultados,mirar los rostros de cada uno de nosotros, anhelando en elsilencio, el abrazo de ese Dios ,que nunca nos ha abandonado.
El Padre Ignacio Peries, oriundo de Sri Lanka, que predica en la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina, es lo más parecido a sentir ,al Jesús de los Milagros.En la Parroquia de la Natividad del SeÑor, se respira el espíritu humano y compasivo del cristianismo original. La alegría que te envuelve en ese lugar ,es inenarrable. Allí no hay dolor, sólo esperanza.
Mi corazón estuvo abierto, con la foto de mi hermana sobre mi pecho ,durante toda la celebración de la Eucaristía y durante la espera ,a la llegada de la bendición de Ignacio.
Mi amiga Gra, me acompaÑó siempre, con su humor, su delicada inteligencia y su entrega amorosa para pedir por mi hermana. Sólo tengo palabras de gratitud hacia ella.
Cuando nos acercamos al Padre, ni siquiera sé lo que vi. Lo único que nació de mi adentro ,fue una total entrega a Dios y en ese abrazo trino, de mi amiga, del padre y mío, sobre el pecho blanco de Ignacio, sentí que siempre ,había estado ahí.
Fue sólo un instante, para que mi fe volviera a mi corazón, con la alegría, la esperanza y el amor que siento por ese dios ,que es pan, sanación, vida eterna, humildad, perdón y misericordia.
Ese dios ,es el que alimenta mis pasos, seca mis lágrimas, fortalece mi cuerpo, cuando estoy cansada, da alegría a mi corazón ,cuando miro al cielo despejado.
Ese dios no tiene nombre ni fronteras, es puro misterio ,para ser vivido desde el adentro, hacia tu comunidad.
Ese dios, ahora te ilumina ,para guiar tus pasos.
Gracias por rezar con nosotros: Con tu mano en tu corazón reza 5 Padre Nuestro y con tu mano sobre la cabeza 5 Ave María.
Y la oración de la Natividad el SeÑor.(Aquí puedes leerla)
Para mi hermana Romina, todo nuestro amor y admiración por su entrega, fortaleza y dulzura , frente a esta etapa de dura prueba, que la vida nos ha puesto delante. A ella , mi gratitud.
Adriana Paoletta
Comentarios
En este momento no puedo hacer el viaje, seguro pronto podré.
Toda mi gratitud y mi amor te mando.
Un abrazo gigante, Susana
adri
Pero, fue llegar hasta la Iglesia...y fluir...hacia ÉL, hacia la certeza de que TODO IBA A ESTAR BIEN y que DIOS estaba SIEMPRE en mí.
Sea lo que sucediera de ahí en más en mi vida, era y es para mi BIEN.
Hoy , a cuatro años de remisión completa, doy GRACIAS por ese cáncer que me permitió dar un giro total en mi vida y emprender el camino, que aún continua, de SANACIÓN.
Gracias Adriana, por poner en palabras sentimientos tan difíciles de explicar.
PAZ, SALUD, Y LUZ, para tu hermana , para vos y para toda tu familia. Mariana.
adri