Meditación , una elección joven para tus fobias y ansiedades.
La tendencia atraviesa todo el arco de la cultura, mundo psi incluido: la sabiduría milenaria de Oriente se instaló en la agenda médica, filosófica, artística y psicoterapéutica occidental, irradiando una concepción más espiritual de la existencia humana.
"La apertura comenzó en la Costa Oeste de Estados Unidos en las décadas del 60 y 70. Nosotros, que veníamos del psicoanálisis, comenzamos a incorporar nuevas herramientas que hoy están muy arraigadas en algunos sectores, aunque todavía son resistidas en el nivel académico", dice la psicóloga María Cristina Florez de Martínez Bouquet, codirectora, junto con su marido, Carlos Fernández Bouquet, de Aluminé, Universidad de Hombre, una de las primeras instituciones de la Argentina que incorporó la dimensión espiritual a la práctica psicoterapéutica, en el marco de una lectura integral de la salud y mediante la utilización terapéutica de la meditación.
En su práctica clínica, la terapeuta aplica distintas formas de meditación que ayudan a sus pacientes a encontrar una paz interior que facilita el abordaje de sus malestares. A la meditación también se acercan personas muy dispersas, que buscan ayuda para organizar su pensamiento, porque esta práctica mejora la capacidad de concentrarse y focalizarse en un tema.
Admite que la incorporación de estos cambios probablemente se prolongue, por la resistencia de sectores académicos como la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, en donde no existe un espacio para la psicología transpersonal, que postula lo emocional y espiritual como dos aspectos complementarios del desarrollo humano.
Gabriel Collazo, psicólogo clínico e instructor de yoga y meditación, opina que tanto médicos como psicólogos están empezando a incorporar "técnicas de meditación de origen budista cuyo foco es el bienestar como proceso de autodesarrollo."
Por Tesy De Biase
Para LA NACION
"La apertura comenzó en la Costa Oeste de Estados Unidos en las décadas del 60 y 70. Nosotros, que veníamos del psicoanálisis, comenzamos a incorporar nuevas herramientas que hoy están muy arraigadas en algunos sectores, aunque todavía son resistidas en el nivel académico", dice la psicóloga María Cristina Florez de Martínez Bouquet, codirectora, junto con su marido, Carlos Fernández Bouquet, de Aluminé, Universidad de Hombre, una de las primeras instituciones de la Argentina que incorporó la dimensión espiritual a la práctica psicoterapéutica, en el marco de una lectura integral de la salud y mediante la utilización terapéutica de la meditación.
En su práctica clínica, la terapeuta aplica distintas formas de meditación que ayudan a sus pacientes a encontrar una paz interior que facilita el abordaje de sus malestares. A la meditación también se acercan personas muy dispersas, que buscan ayuda para organizar su pensamiento, porque esta práctica mejora la capacidad de concentrarse y focalizarse en un tema.
Pero, además, la meditación es una preparación para quienes están dispuestos a internarse en niveles de conciencia más profundos, que están más allá de la palabra y trascienden lo cotidiano, convirtiéndose en un vehículo hacia una dimensión más espiritual de sus vidas."Hoy existe creciente conciencia de que nuestra existencia va más allá del materialismo y se está logrando un encuentro entre Oriente y Occidente, que tal vez nos permita ir armando, como se viene haciendo desde hace siglos, ese rompecabezas que es el ser humano, con el fin de mejorar su vida."
Admite que la incorporación de estos cambios probablemente se prolongue, por la resistencia de sectores académicos como la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, en donde no existe un espacio para la psicología transpersonal, que postula lo emocional y espiritual como dos aspectos complementarios del desarrollo humano.
Gabriel Collazo, psicólogo clínico e instructor de yoga y meditación, opina que tanto médicos como psicólogos están empezando a incorporar "técnicas de meditación de origen budista cuyo foco es el bienestar como proceso de autodesarrollo."
"Muchos quieren resolver sus problemas con una pastilla, pero son cada vez más las personas que están entendiendo la importancia de comprometerse en un trabajo sobre sí mismas que integre lo mental, corporal, psicológico y espiritual, sin el prejuicio de creer que se trata de algo místico".En su experiencia, ha crecido significativamente el número de jóvenes que se acercan a estas alternativas terapéuticas para vencer trastornos de ansiedad, fobias y situaciones con efecto traumático, ya que "el entrenamiento en técnicas de meditación y respiración facilita el control de los síntomas, en tanto que la psicoterapia que se realiza en forma conjunta permite elaborar verbalmente las situaciones asociadas con estos cuadros", explica.
Y rescata una recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), "que desde el año 2000 reconoce a la meditación como una herramienta terapéutica que recorta el estrés y mejora la calidad emocional de la vida".
Por Tesy De Biase
Para LA NACION
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