Promesas y peligros del camino espiritual. La devoción al Maestro.
A mis 18 años comencé mi práctica de Yoga. En este largo y profundo peregrinar me encontré con muchos maestros. Uno de los peligros de los caminos orientales ; sea el Yoga, la meditación budista, la devoción a un gurú o avatar particular,se basa en el delicado concepto de la devoción al maestro.
El significado de la palabra devoción,según la RAE (Real Academia Española)
principalmente denota un término religioso, pero su definición es más profunda:
1. Práctica piadosa “no obligatoria”
2. Inclinación, “afición especial”
3. Prontitud con que “se está dispuesto” a dar culto a Dios y hacer su santa voluntad.
4. Estar “voluntariamente” sujeto a la obediencia de otra persona.
Proviene del latín devotio: ‘voto, consagración, dedicación’, ‘consagración a los dioses infernales’, ‘imprecación, maldición’, ‘sortilegio, maleficio’.
Devotio vítae: ‘sacrificio de la vida’.
Un concepto relacionado es el griego eusebes : eu (bien) y sebomai (reverenciar). Significaba una reverencia sagrada llena de admiración que se demostraba a través de las acciones, la reverencia y la contemplación. Entre los griegos, la devoción era una forma de piedad práctica dirigida exclusivamente hacia los padres; por extensión se empezó a utilizar dirigida hacia algún dios.
Actualmente el devoto es aquel quien aplica su carácter diligentemente a alguna obra, culto o adoración relacionada con Dios.
El ser humano puede ser el ser más rebelde, anárquico, independiente y libre o el ser más esclavo, humillado y preso de condicionamientos externos. Suponemos que el camino espiritual nos dará mayor libertad interior y un grado de responsbilidad mayor para con nuestra familia y entorno afectivo. Pero sabemos que este camino como tantos ,está plagado de falsos profetas, hombres que se asignan así mismos títulos de iluminados, Swamis, santos , avatares o profetas. Ante la pérdida de fe en las religiones tradicionales, parte de los rebeldes o desencantados de lo institucional, se han volcado a los nuevos movimientos espirituales que prometen una forma más "light" , comunitaria y estéticamente seductora de vivir la espiritualidad.
A veces me pregunto porqué no suena tan bien decir "soy católica" que " estoy practicando meditación Zen" o "hice un retiro con los monjes benedictinos de Azul" en cambio de decir " me fui a la India al Ashram de Ravi Shankar".Desde la mirada social hay quienes prefieren ayudar a los chicos de Bombay que ir a los comedores de la villa 31 en Buenos Aires.
De la misma manera elegir un maestro espiritual nos puede alejar de las realidades más locales, distanciándonos de las responsabilidades para con nuestra sociedad inmediata, nuestra familia y comprometernos en una vida de pseudos valores acomodados al gurú de turno.
A mi entender el maestro no debe decirnos dónde hacer el bien sino hacernos descubrir el manantial que nos permita dar de beber a los sedientos, sean estos los pobres de Bombay , los chicos de la calle, los cartoneros o simplemente esa tía "insoportable" que necesita ayuda(ahí tenés el teléfono, llamála...). Tampoco es necesario que nuestro servicio sea "ponderado" por la mirada del maestro,nuestra mirada amorosa hacia el otro debe estar por encima de los mandatos.
Dudemos del maestro que no pone sus pies en el barro para acercarse, que solo ve "nuestros apegos", que reniega las jerarquías pero nos obliga a levantar la mirada para encontrar su figura. Dudemos del maestro que no nos permite preguntar, investigar,dudar para alcanzar el conocimiento. Dudemos de aquel maestro que relativiza los valores morales, haciéndonos creer que no existen el bien y el mal.
¿Cómo saber si estamos ante un verdadero maestro espiritual?. Esta pregunta es muy compleja y sumamente subjetiva. A mi entender es aquel que vive lo que enseña, con absoluta naturalidad. Que posee la suficiente humildad para saber que no tiene acceso a todas las respuestas . Que duda y se pregunta , escuchando varias voces en apariencia discordantes. Un maestro nos prepara para que seamos mejores que el, entregándonos todos sus secretos.
En su presencia nos sentimos cerca de nosotros mismos , sin perder nuestra identidad, nuestra cultura, nuestros lazos afectivos, nuestro trabajo, nuestra religión.Al contrario, sus enseñanzas, nos acercan a la devoción del Gran Maestro, nuestro Ser Real, ...escondido detrás de nuestra búsqueda incesante del maestro exterior.
Adriana Paoletta
Comentarios
El "maestro" es como una proyección de una parte de nosotros que no se quiere hacer responsable de su propia e inmensa sabiduría.
Me ENCANTÓ lo que escribiste, te re felicito Adri. Sos mi maestra sin comillas! Me ayudás a descubrirme! Y se muy muy bien que enseñás con tu ejemplo.
No me va a alcanzar la vida para agradecerte!
Te quiero, te queremos, gracias linda y real Adri!
Me alegra saber que estás siempre ahí "recordando" como decía Platón los conocimientos que tenemos dormidos en muestro interior.
Te quiero muchisimo y se que tu Maestra interior es de lo más poderosa!
Adri
"No crean ni en los libros sagrados"! decía Gandhi, quizá un exceso para quienes estén comenzando. Para mí sus palabras son un acierto.
Un abrazo infinito...
Nora
...y un Maestro es el que te enseña lo suficiente como para que ya no lo necesites, sin que te haga huir de donde estás y del momento presente.
Aquí y ahora.
Un enorme abrazo.
Si bien es cierto que el auténtico maestro somos nosotros mismos
un abrazo amable
me alegra ser oportuna con el post. En todo caso todo aquello que llegue a nosotros como sagrado tendrá que pasar por nuestro laboratorio interior para probar su sabor celestial.
Un abrazo
Adriana
Qué gusto tenerte por aquíy compartir este comentario acerca de la búsqueda espiritual.
Besos
Adriana
Si Gus, el que tanto buscamos se encuentra en lo profundo de nuestro corazón... solo que el buen maestro exterior es capaz de potenciarlo y hacerlo crecer y brillar.
Gracias por pasar!
Adriana