Enteógenos, las plantas sagradas del éxtasis. (Parte dos)
Adriana Paoletta
La historia
La investigación de las drogas psicodélicas empieza en el 1897, cuando el químico teutón, Arthur Heffter aisló la mescalina, el compuesto psicoactivo elemental en el peyote. Subsiguientemente el químico suizo Albert Hofmann descubre los efectos alucinógenos del LSD (ácido lisérgico) cuando estudiaba el cornezuelo, hongo que parasita el centeno. Quince años más adelante, en el 1958, Hofmann, de nuevo, aísla la psilocibina y la psilocina --- componentes psicoactivos del "hongo mágico", Psilocibe mexicana.
Para los años 1970 unos mil estudios científicos confirmaban que los psicodélicos ofrecían oportunidades dramáticas como coadyuvantes en muchas condiciones.
Por ejemplo, reforzaban las intenciones de abstinencia en algunos alcohólicos, calmaban las ansiedades de pacientes cancerosos terminales, y mejoraban los síntomas de algunas enfermedades psiquiátricas como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
Otros estudios demostraron que LSD en combinación con la psicoterapia mejoraba los síntomas de la ansiedad, la depresión, el insomnio, síndromes de cesación del uso de las drogas y disminuía el dolor severo.
Sin embargo, toda investigación en estas sustancias cesó entre los años 1970 y 1990, resultado político de la repercusión negativa que resultara de la promoción cínica que hicieran los hippies, por el uso de estas drogas, en los años sesentas del siglo pasado. Esta reacción, no sólo resultó en que estas sustancias se hicieran ilegales, sino que la aprobación de las mismas para fines de investigación se tornaría imposible.
El cambio aparente, de esta actitud, comenzó en los Estados Unidos en el 1990. Éste fue resultado de un mayor candor, por parte de nuevos reguladores federales, que demostraran un deseo de explorar imparcialmente estos agentes controvertidos.
Los estudios actuales que han sido aprobados y que están en progreso incluyen tratamientos psicodélicos para la cefalea en racimos, para la depresión, la ansiedad severa, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el alcoholismo y la adicción a los opiáceos.
Los efectos de las drogas psicodélicas afectan todas las funciones de la mente y del cerebro, específicamente: la percepción, las emociones, la cognición, la consciencia corporal y la sensación propia de la percepción del ego. Pero, por contraste con otros agentes, los efectos de las drogas psicodélicas dependen mucho del entorno y de las expectaciones de quienes las usan, por ello es que su uso, combinado con la psicoterapia, es vital.Mecanismos de acción
Los científicos dividen las drogas psicodélicas en dos grupos básicos, de acuerdo a su constitución química: triptaminas (como son LSD, DMT y psilocibina) y las feniletilaminas (como son la mescalina y el MDMA o éxtasis). En adición otros investigadores incluyen como miembros de este grupo la ketamina y el PCP, aunque en ambas los efectos cerebrales son muy diferentes.
Aunque no existe consenso en cómo estas sustancias afectan el cerebro de quienes las usan, todos parecen estar de acuerdo de que los mayores neurotransmisores afectados son la serotonina y la dopamina. La serotonina se ha establecido que es responsable por muchas funciones importantes, incluyendo la memoria, los afectos o humores, el apetito, el sueño y la función sexual.
H. Bosch. Jardín de las delicias terrenales
El movimiento para adaptar los enteógenos a la experiencia de cultos y a la facilitación de estados alterados de conciencia con fines recreacionales o terapéuticos ha ganado mayor ímpetus desde que las drogas psicodélicas se han reintroducido en la medicina, esta vez con fines terapéuticos.
Un experimento famoso que ha sido citado profusamente al respecto fue conducido por Timothy Leary, cuando todavía era miembro de la facultad de Harvard University. Este ensayo se conoce como The Marsh Chapel Experiment: descripción.
Imagen de alucinación psicodélica
Stanilav GrofProsigamos examinando las contribuciones de Stanilav Grof, Jefe de Investigaciones Psiquiátricas en el Centro de Investigaciones del estado de Maryland y miembro de la facultad de la Escuela de Medicina Johns Hopkins.
Grof se interesó en los estados de conciencia extraordinarios, comenzando en los años 1950s, mientras investigaba los usos clínicos del alucinógeno LSD. Su propósito era el de establecer si esta droga poseía propiedades que las hicieran aplicable como, elemento reforzador de la psicoterapia.
Comenzaría con sujetos que recibieran esta droga cientos de veces. Muy pronto se convencería de que los pacientes avanzaban con mayor rapidez en todos los aspectos del proceso, encontrando que, en algunos casos aceleraba la progresión y la profundidad de los encuentros entre terapeuta y paciente.
A medida que sus estudios avanzaban, Grof comenzó a hacer hallazgos sorprendentes que, siendo rigurosamente controlados, demostraban que, bajo los efectos del LSD algunos pacientes retrocedían en sus memorias a siglos pasados o a sus vidas intrauterinas. Alentado por muchos colegas, y, en conjunción con el psicólogo Abraham Maslow, Grof fundó una nueva rama de la psicología a la que designaron: Psicología Transpersonal.
Este último término se utiliza para designar categorías psicológicas que transcienden los limites ordinarios de la funciones del ego. Estados de expansión psíquica y de consciencia que se mueven más allá de lo racional, fusionándose con lo místico.
La terapia holográfica
Quizás el descubrimiento de la mayor importancia que Grof hiciera fue algunos sujetos que habían tomado LSD en el pasado, también pueden entrar en estos trances sin tomar droga alguna.
El científico, acompañado por su esposa,profesora de Yoga, llama a estos estados: estados de consciencia holotrópicos. Los que consisten en períodos durante los cuales es posible tener acceso al laberinto holográfico que conecta todos los aspectos de la existencia personal. Estos incluyen la historia individual, biológica, psicológica, racial, y espiritual. Asimismo involucra el pasado, el presente y el futuro del mundo y otros niveles de la realidad que son típicas de la experiencia con el LSD. (Para revisar en detalle los experimentos de Grof, la obra recomendada es: The Holographic Universe por M. Talbot).
En resumen
Dice un viejo proverbio: "Cuando no sabes hacia dónde vas, cualquier camino que tomes, allí te llevará".
En esta lección nos hemos propuesto examinar en algún detalle las tendencias innatas que poseen los miembros de algunas especies animales de procurar los efectos de sustancias, usualmente de origen vegetal, para lograr alterar sus estados de percepción y de consciencia --- los que, alterando sus percepciones, cambian sus reacciones, maneras de pensar, y de sentir.
Hemos revisado como, desde nuestro pasado más remoto, hemos querido entender esos mecanismos que subyacen nuestras percepciones misteriosas y a qué se deben, involucrando la asistencia del hombre espiritualista o del chamán para su logro. Puede decirse que las mitologías de antaño, las leyendas, las fábulas, los cuentos de hadas, la física subatómica aplicada, el psicoanálisis, la hipnosis y la terapia holográfica todas forman parte de este continuo cuasi-místico que a todos nos mueve y nos conmueve en forma alguna.
De paso, exploramos los enteógenos, los cuales compiten hoy con la psicoterapia formal, con las drogas psicodélicas y con rituales del pasado, para lograr trascendencia espiritual, mientras que, simultáneamente proporcionan coherencia a la consciencia y al propio ego. Asimismo describimos el narcoanálisis, las drogas psicodélicas y, finalmente, nuevas técnicas de aplicaciones de las funciones de los hologramas, adaptadas a nuestros conocimientos de la psicología humana.
Como extensión de todos estos avances recientes o no, hemos estudiado en otras contribuciones que hiciéramos, al esclarecimiento de las funciones del cerebro aplicando conocimientos establecidos provenientes de las neurociencias. Específicamente y pertinente a este trabajo, nos referimos a nuestra contribución al entendimiento del lavado cerebral.
Finalmente, concluimos admitiendo que es inmanente a nuestra cualidad de seres inteligentes lo de tratar de poner en perspectiva lógica todo lo que nos toca, especialmente, si esto determina la manera en que nos sentimos física y espiritualmente.
Los enteógenos y sus secretos prometen tanto a nuestro entendimiento como lo han hecho todas las sustancias y actividades psicotrópicas por nosotros conocidas, incluyendo la más vetusta y la de la composición química más natural: la psicoterapia.
Dr. Larroca
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