SIETE PUNTOS SOBRE LA MEDITACIÓN.Kunzig Shamar Rinpoche
El tercer punto es una explicación concisa sobre cómo shamatha y vipashyana se convierten en algo natural. En las primeras etapas de shamatha y vipashyana nuestra meditación no es natural. De alguna manera es artificial. La meditación solamente es real cuando ocurre de forma natural como lo he explicado en el segundo punto.
¿Qué quiere decir un shamatha genuino? Al comienzo de la práctica de shamatha, la mente se dirige al objeto de meditación que es mantener la mente concentrada en vez de seguir los pensamientos. Cuando la meditación es natural, en el verdadero shamatha, ya no se requiere esfuerzo alguno para mantener la mente concentrada. Al principio uno tiene que aplicar esfuerzo, pero más adelante se convierte en un proceso totalmente natural.
Voy a dar un ejemplo que ilustra la diferencia entre shamatha genuino y artificial. Hay un tipo de meditación especial que resulta en una clara memoria del pasado, hasta el punto de recordar vidas pasadas. La mente nunca permanece la misma. Sólo existe de un instante a otro. La mente está constantemente cambiando. Si miramos un instante, primero surge, permanece, y finalmente desaparece. De esta forma se constituye de pasado, presente y futuro. Un instante surge, para luego cesar y dejar espacio para que surga otro instante, etc. Así, la mente continua como una corriente continua de momentos de consciencia. En este tipo de shamatha, la práctica es permanecer consciente de cada momento cuando surge. Sin analizar, únicamente enfocarse y observar los momentos surgir, uno después de otro. Sin perder o mezclar su orden, simplemente observarlos cuando ocurren. Concentrarse completamente y permanecer enfocado en eso. Así es cómo podemos meditar ahora, en la forma de shamatha artificial.
Se convertirá en shamatha genuino cuando se convierta en un proceso natural, cuando ya no tenemos que hacer esfuerzo alguno para mantener la mente enfocada. Simplemente habrá una conciencia natural de los momentos que pasan. Te vuelves tan familiar con ello que una vez te focalizas en esa consciencia, va a continuar de forma espontánea, sin la necesidad de aplicar ningún esfuerzo. Simplemente continua de forma natural.
Cuando alcanzamos este nivel, ocurre un tipo especial de memoria. Podemos acordarnos del pasado, incluso de vidas pasadas, tanto como la meditación sea natural. La memoria se expande de esta manera: primero te acuerdas de la niñez en detalle, después de la experiencia de estar en el vientre de la madre, y posteriormente, de tus vidas pasadas. Es posible recordarlo puesto que lo has experimentado anteriormente, de la misma forma que te acuerdas de lo que hiciste ayer. Esta memoria surge espontáneamente una vez el shamatha se convierte en algo natural.
¿Qué significa entonces el verdadero vipashyana? Continuando con el mismo ejemplo, cuando te enfocas en cada momento, el vipashayana se refiere a analizar la naturaleza de cada momento. Durante el shamatha solo observabas los momentos sin analizarlos, mientras que ahora los examinas analíticamente. El vipashyana se vuelve natural cuando el análisis deja de ser intelectual. Tienes una experiencia directa de la naturaleza de cada momento, una experiencia donde dejan de aplicarse conceptos e ideas.
Cuando se mira un objeto, al principio hay una experiencia directa del mismo y es solamente después que se le da un nombre. Las enseñanzas budistas distinguen entre diferentes tipos de experiencia directa. Por ejemplo, ahora mismo también tenemos experiencias directas, pero inmediatamente proyectamos nuestras ideas en las cosas, incluso si éstas ideas no son reales. Por ejemplo, si vemos una hoja de papel blanca, mezclamos esa experiencia directa con nuestro concepto de blancura. ‘Blanco’ es un concepto general que se aplica a muchas otras cosas como ropa, flores, etc. La experiencia directa es mucho más completa que eso. En el vipashyana real tienes experiencia directa del mundo, ves la verdadera naturaleza de las cosas. También se conoce como la experiencia yóguica directa.
Para simplificarlo, verdaderos shamatha y vipashyana están relacionados con la eliminación de los obstáculos mencionados en el punto anterior. El shamatha será genuino cuando la pesadez, opacidad y el sueño hayan desaparecido completamente de la meditación. El verdadero vipashyana se desarrollará cuando la agitación, el arrepentimiento y la duda sean neutralizados completamente, de forma que nunca aparezcan durante la meditación. Pueden seguir apareciendo en la post-meditación, y todavía existe diferencia entre meditar y no meditar. Pero cuando experimentas el fruto maduro de shamatha y vipashyana, la meditación se libera de estos obstáculos. Esto concluye con el tercer punto, la esencia de shamatha y vipashyana.
¿Qué quiere decir un shamatha genuino? Al comienzo de la práctica de shamatha, la mente se dirige al objeto de meditación que es mantener la mente concentrada en vez de seguir los pensamientos. Cuando la meditación es natural, en el verdadero shamatha, ya no se requiere esfuerzo alguno para mantener la mente concentrada. Al principio uno tiene que aplicar esfuerzo, pero más adelante se convierte en un proceso totalmente natural.
Voy a dar un ejemplo que ilustra la diferencia entre shamatha genuino y artificial. Hay un tipo de meditación especial que resulta en una clara memoria del pasado, hasta el punto de recordar vidas pasadas. La mente nunca permanece la misma. Sólo existe de un instante a otro. La mente está constantemente cambiando. Si miramos un instante, primero surge, permanece, y finalmente desaparece. De esta forma se constituye de pasado, presente y futuro. Un instante surge, para luego cesar y dejar espacio para que surga otro instante, etc. Así, la mente continua como una corriente continua de momentos de consciencia. En este tipo de shamatha, la práctica es permanecer consciente de cada momento cuando surge. Sin analizar, únicamente enfocarse y observar los momentos surgir, uno después de otro. Sin perder o mezclar su orden, simplemente observarlos cuando ocurren. Concentrarse completamente y permanecer enfocado en eso. Así es cómo podemos meditar ahora, en la forma de shamatha artificial.
Se convertirá en shamatha genuino cuando se convierta en un proceso natural, cuando ya no tenemos que hacer esfuerzo alguno para mantener la mente enfocada. Simplemente habrá una conciencia natural de los momentos que pasan. Te vuelves tan familiar con ello que una vez te focalizas en esa consciencia, va a continuar de forma espontánea, sin la necesidad de aplicar ningún esfuerzo. Simplemente continua de forma natural.
Cuando alcanzamos este nivel, ocurre un tipo especial de memoria. Podemos acordarnos del pasado, incluso de vidas pasadas, tanto como la meditación sea natural. La memoria se expande de esta manera: primero te acuerdas de la niñez en detalle, después de la experiencia de estar en el vientre de la madre, y posteriormente, de tus vidas pasadas. Es posible recordarlo puesto que lo has experimentado anteriormente, de la misma forma que te acuerdas de lo que hiciste ayer. Esta memoria surge espontáneamente una vez el shamatha se convierte en algo natural.
¿Qué significa entonces el verdadero vipashyana? Continuando con el mismo ejemplo, cuando te enfocas en cada momento, el vipashayana se refiere a analizar la naturaleza de cada momento. Durante el shamatha solo observabas los momentos sin analizarlos, mientras que ahora los examinas analíticamente. El vipashyana se vuelve natural cuando el análisis deja de ser intelectual. Tienes una experiencia directa de la naturaleza de cada momento, una experiencia donde dejan de aplicarse conceptos e ideas.
Cuando se mira un objeto, al principio hay una experiencia directa del mismo y es solamente después que se le da un nombre. Las enseñanzas budistas distinguen entre diferentes tipos de experiencia directa. Por ejemplo, ahora mismo también tenemos experiencias directas, pero inmediatamente proyectamos nuestras ideas en las cosas, incluso si éstas ideas no son reales. Por ejemplo, si vemos una hoja de papel blanca, mezclamos esa experiencia directa con nuestro concepto de blancura. ‘Blanco’ es un concepto general que se aplica a muchas otras cosas como ropa, flores, etc. La experiencia directa es mucho más completa que eso. En el vipashyana real tienes experiencia directa del mundo, ves la verdadera naturaleza de las cosas. También se conoce como la experiencia yóguica directa.
Para simplificarlo, verdaderos shamatha y vipashyana están relacionados con la eliminación de los obstáculos mencionados en el punto anterior. El shamatha será genuino cuando la pesadez, opacidad y el sueño hayan desaparecido completamente de la meditación. El verdadero vipashyana se desarrollará cuando la agitación, el arrepentimiento y la duda sean neutralizados completamente, de forma que nunca aparezcan durante la meditación. Pueden seguir apareciendo en la post-meditación, y todavía existe diferencia entre meditar y no meditar. Pero cuando experimentas el fruto maduro de shamatha y vipashyana, la meditación se libera de estos obstáculos. Esto concluye con el tercer punto, la esencia de shamatha y vipashyana.
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