Meditación para niños.Preparándonos para meditar.
Meditar es conocerte por dentro. Comenzar a meditar con nuestros hijos es educarlos a observar el mundo desde adentro, desde esa visión calma y segura , de nuestra conciencia pura. ¿Pero cómo iniciarnos en esta disciplina?. Aquí les acerco unos consejos muy sencillos.
1. El lugar.
Prepara un ambiente cálido y limpio. Un rincón en tu jardín, en tu cuarto que esté destinado siempre a la meditación. Arma con amor el lugar, llevando tu safu, banco de meditación o apoyo. Puedes encender una vela y tener una imagen sagrada, un ángel, una deidad o algo que simbolice algo trascendente.
2. Postura cómoda.
Usa preferentemente un banco o apoyo para que el niño conserve su columna erguida y su postura cómoda, durante ese período de meditación. De otra manera estará inquieto y no podrá meditar. Haz que recuerde este momento como un tiempo para estar confortable, sereno y feliz.
3. El mudra.
Elige un mudra, un gesto que realizas con tu manos para serenar tu mente y estimular un determinado estado del cerebro, produciendo una llave o cerrojo de tu energía vital.
4. Escanea tu cuerpo.
Recorre con la mente todas las partes de tu cuerpo. Toma conciencia de los apoyos de tus pies, de tus rodillas, de tus caderas. Siente ,cómo se eleva tu columna ,al respirar. Permite que el tronco se balancee, para que la energía fluya, sin obstrucciones. Los tibetanos ,oscilan de este modo , para entrar rápidamente en trance. Siente que tu postura es dinámica.
5. La respiración.
Tu postura se mantiene erguida, gracias a la respiración , que asciende al inhalar y desciende al exhalar. Experimenta el recorrido del aire en tu cuerpo. Como entra ,dulcemente y como sale, muy tibio y lentamente.No fuerces la respiración, escucha su sonido al entrar por la nariz, es como el viento,que va limpiando tu mente, de todo pensamiento, de todo dolor , de toda distracción.
6. El silencio.
Disfruta del silencio. Mira dentro de ti mismo. ¿Qué ves?. Percibe todas tus sensaciones como si fueran nubes en el cielo de tu mente, conviértete en ese cielo azul y despejado. Estás dentro tuyo, en silencio, confortable, sin prisa contemplando el cielo de tu mente. Respira suavemente. Disfruta de esta sensación.
Adriana Paoletta
Curso de Formación en Yoga Terapéutico para Niños. Informes : consultas@taitoku.com.ar
1. El lugar.
Prepara un ambiente cálido y limpio. Un rincón en tu jardín, en tu cuarto que esté destinado siempre a la meditación. Arma con amor el lugar, llevando tu safu, banco de meditación o apoyo. Puedes encender una vela y tener una imagen sagrada, un ángel, una deidad o algo que simbolice algo trascendente.
2. Postura cómoda.
Usa preferentemente un banco o apoyo para que el niño conserve su columna erguida y su postura cómoda, durante ese período de meditación. De otra manera estará inquieto y no podrá meditar. Haz que recuerde este momento como un tiempo para estar confortable, sereno y feliz.
3. El mudra.
Elige un mudra, un gesto que realizas con tu manos para serenar tu mente y estimular un determinado estado del cerebro, produciendo una llave o cerrojo de tu energía vital.
4. Escanea tu cuerpo.
Recorre con la mente todas las partes de tu cuerpo. Toma conciencia de los apoyos de tus pies, de tus rodillas, de tus caderas. Siente ,cómo se eleva tu columna ,al respirar. Permite que el tronco se balancee, para que la energía fluya, sin obstrucciones. Los tibetanos ,oscilan de este modo , para entrar rápidamente en trance. Siente que tu postura es dinámica.
5. La respiración.
Tu postura se mantiene erguida, gracias a la respiración , que asciende al inhalar y desciende al exhalar. Experimenta el recorrido del aire en tu cuerpo. Como entra ,dulcemente y como sale, muy tibio y lentamente.No fuerces la respiración, escucha su sonido al entrar por la nariz, es como el viento,que va limpiando tu mente, de todo pensamiento, de todo dolor , de toda distracción.
6. El silencio.
Disfruta del silencio. Mira dentro de ti mismo. ¿Qué ves?. Percibe todas tus sensaciones como si fueran nubes en el cielo de tu mente, conviértete en ese cielo azul y despejado. Estás dentro tuyo, en silencio, confortable, sin prisa contemplando el cielo de tu mente. Respira suavemente. Disfruta de esta sensación.
Adriana Paoletta
Curso de Formación en Yoga Terapéutico para Niños. Informes : consultas@taitoku.com.ar
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